Después de unas cuantas semanas en las que parte de la noche a partir de las 22 h se convertía en una herrería donde de la metalurgia del cartón y la pintura surgían lanzas, y hachas de las formas más diversas; además de escudos con diseños que iban desde lo más sencillo a otros ornamentados en color y adornos. Sin olvidar el drakkar que salió de los “astilleros” del San Juan, navegando entre las olas y portando el escudo de nuestra residencia en su vela.
Todo este trabajo tuvo su finalidad el pasado jueves, cuando todos estos elementos decoraban nuestro comedor, junto con grandes láminas de papel donde vikingos dibujados observaban el panorama que a partir de las 7 se comenzó a preparar. Y es que, el 18 se celebraban las primeras jornadas gastronómicas de este curso en el San Juan, ambientadas en los Vikingos; donde los colegiales disfrutaron de una suculenta cena especial, regada por Aguamiel casero que el director se había esmerado en preparar.
Sin olvidar el espectáculo de baile por la escuela de danza Fara Divah que amenizó y divirtió la velada.
Finalmente, cuando todos nos hallábamos satisfechos de un jueves cuanto menos especial y distinto, aprovechamos el resto de la velada para juntarnos en el comedor con música y pasarlo bien todos juntos, lo cual remató con los colegiales que así lo quisieron rematando la noche fuera de la residencia mientras otros prefirieron irse a dormir.