Uno de los eventos deportivos que anualmente los colegiales del San Juan esperan y viven con el alma, se jugó el día 18 de noviembre. La importancia del evento no radica tanto en el deporte como en el rival, el colegio mayor Menéndez Pelayo, residencia con una histórica relación con el San Juan.
En este caso, fue un partido de fútbol sala en las instalaciones deportivas del Ruíz, donde los eventos del torneo rector, con la salvedad de Fútbol 11, se juegan. La importancia del encuentro se veía en la afluencia de ambas gradas, repletas de colegiales atentos al resultado y apoyando al equipo de su residencia. Los colegiales del San Juan acudieron casi en pleno y estuvieron la totalidad del partido viviendo de corazón los goles del equipo, y sufriendo aquellos que nos metieron.
El partido comenzó con un gol del San Juan, que le puso a la cabeza del partido y tuvo a nuestros colegiales eufóricos ante la perspectiva de una victoria, idea que se asentó aún más cuando el equipo del San Juan metió el segundo gol, posicionándose con un 2-0 frente a su rival.
En este punto del encuentro, el Menéndez tuvo su primer gol, que no bajó los ánimos del San Juan, consciente de su ventaja y de sus posibilidades, así que los ánimos y los cantos de júbilo prosiguieron, y , antes del descanso, metió su tercer gol el San Juan, en un partido que se veía ganado.
Sin embargo, después del descanso, siguió un gol del Menéndez, y un segundo a menos de 10 minutos del final, que cerraron el partido con un agrio empate.
Por último, pero no menos importante, cabe mencionar la falta de deportividad del Menéndez, representada de diversas formas. Especialmente la falta a nuestro compañero Manuel de Antón, claramente con intención de infringirle daño físico.
En resumen, una fecha de pasiones a flor de piel, de rabia, de frustración y, porque no, de espera a volver a jugar contra el Menéndez en algún otro momento. ¡¡VAMOS SAN JUAN!!